La comarca de Somontano al este de Huesca ha sabido sacar provecho del tirón de sus vinos.
Cada municipio se ha organizado y unido a una red cultural que hacen que no haya visitante que no se sienta atraído por alguna de sus ofertas. Gastronomía, vinos, naturaleza, arte, iglesias románicas... hasta el centro de la tradición oral en Adahuesca.
Para hacer parada y fonda en esta localidad, resulta muy recomendable
El Puntillo. Un hotelito de cuatro habitaciones con restaurante muy cuidado, donde se ofrece menús degustación regados de los mejores caldos de la comarca. No esperen las generosas porciones de la comarca.
C/La Iglesia 4. Adahuesca
Tel: 974318168
La escapada a visitar el CDAN (Centro de Arte y Naturaleza) (5*) en la propia Huesca te desvía del ambiente rural del Somontano, pero no hay que dejarla escapar por dos razones. El interés arquitectónico del edificio de Moneo y las exposiciones que el CDAN programa, especialmente las dedicadas a arte y paisaje. 
Elegante y palaciego, el Hotel DuPeyrou es uno de los mejores de la ciudad. Construido en el siglo XVIII sus paredes han sido testigos de la historia de la ciudad y sus celebridades. Su primer propietario, Pierre-Alexandre DuPeyrou, imprimió en el estilo del edificio cierta influencia de su Surinam natal. Su restaurante también destaca por su calidad y detalle.
Pequeño, casi ridículo, Au Métro es un simpático bar en frente de La Poste en la zona céntro de Neuchâtel ideal para hacer el aperitivo. Los "galopins" o rosados del país acompañados de algo que picar son el calentamiento adecuado antes de ir a comer o cenar.
Su cercanía a la Universidad de Neuchatel y como entrada al cine ABC, la parroquia del Bleu Cafe es bastante imberbe, aunque el ambiente que genera el lugar es muy simpático. Vean la decoración que suspende del techo.
