Una vez dentro la sensación de estar con un pie aquí y otro allá es cierta. Por varios motivos. La decoración entre kitsch y esotérica. Los amplios sabores de platos italianos cocinados y presentados con mucho gusto. Unas pizzas al horno que pasan del aceptable. Y sobre todo un servicio muy bien dirigido por el patrone detrás de la barra y una encantadora sarda que atiende y restaura.
Su página web merece también un destacado.
Dónde: carrer Llacuna 108, Barcelona 08018
Teléfono: 934856461
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