Es curiosa la moda del gintónic. Siempre ha sido un clásico. De hecho, su consumo era un síntoma claro de cambio de década y entrar en los felices 30. Pero en los dos últimos años ha emergido una dura competencia entre ginebras, tónicas indias y combinaciones especiales... extrañamente coincidiendo con el debut de los efectos de la crisis económica. O bebemos para olvidar o el hecho de disfrutar de más tiempo hay que templarlo con un consumo más equilibrado. Aunque si nos fijamos en los precios, las conclusiones debieran ser diferentes.
De todas formas, no hay nada mejor que cada uno experimente por su cuenta y saque conclusiones.
Por cierto, si se os ocurre alguna que no esté en la lista, podéis proponerla.
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