Odio Barcelona

Que las nuevas generaciones dominan el discurso estético está fuera de duda. Que la capacidad de generar neologismos y reutilizar palabras de otros idiomas no está amenazada de extinción tampoco es novedad. Pero, ¿qué se puede hacer si tan sólo eso es lo que predomina?
Probablemente, nada de bueno.
Odio Barcelona reune a un elenco de escritores noveles (algunos no tanto) para opinar sobre la Barcelona de las dos últimas décadas. Disfrazados de forma y barbarismo, azotan todo lo hecho y planificado en la ciudad en los años recientes. Desde las olimpiadas al 22@ no queda títere con cabeza. Pero, ¿a cambio de qué?
Probablemente, a cambio de nada.
Honrosa excepción los capítulos firmados por Javier Calvo y Javier Blázquez. El primero de corte antropológico y esotérico y el segundo dando muestra de un dominio del idioma envidiable y una capacidad diagnóstica afilada.
Aunque sea tan sólo por tomar el pulso a lo que viene (ver la web montada en myspace puede ahorrar cierto tiempo), a lo que será engullido por la víctima descrita, vale la pena entretenerse (el propósito no puede ir más allá) con la edición de melusina.